lunes, 24 de agosto de 2009

Es difícil pensar que la vida es una gran calesita que se detiene cuando menos lo esperas y te da la chance de agarrar la sortija.
Así de intrincado es el amor, que se hace presente cuando no lo esperas y te sarandea el corazón de una manera que sentís que todo vale la pena y que es la oportunidad.
Es como vivir en un cielo bien celeste donde se aloja un arco iris de por vida... Claro que este amor puede ser tan cambiante como el mismo tiempo y pasar de este cielo soñado a la gran tempestad y lograr que nuestro corazón solo se tiña de gris y se sienta cansado de tanto llanto.
Lo bueno de esta calesita es que siempre da la vuelta y te propina la posibilidad de volver a empezar renovando energías.
El Corazón es el único ser que no piensa, no discute, no grita, ni siquiera habla; solo sabe hacerse sentir con pequeñas cosas...y obviamente que siempre tiene la razón.

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